KnowmadCity | Espacios de Trabajo

Los nuevos espacios empresariales se llaman libertad

La concepción del trabajo pasa de ser un espacio físico, a uno virtual que promueva la creatividad. Es por todos conocido el cambio que se está produciendo en el mundo laboral, desde las modalidades de tiempo, hasta la presencia de los colaboradores dentro de las oficinas. Estudios mundiales sobre tendencias de diseño en los espacios de trabajo, retoman el concepto de “La oficina líquida” de Zygmun Bauman, quien nos invita a pensar en espacios flexibles y volubles, listos para adaptarse a los cambios. Con el agravante de economías desgastadas por la pandemia, estudiantes y profesionales en facility management, diseño de interiores, arquitectura, ingeniería y salud ocupacional se ven en el reto de reestructurar sus conceptos de “espacio laboral”, teniendo no sólo que acoplar un área en metros cuadrados, sino la forma como estos nuevos ambientes tecnológicos facilitarán la creatividad y la productividad, garantizando principalmente la salud.

Este replanteamiento de estructuras debe considerar:

Activación programada de espacios, tomando en cuenta cómo y cuándo las personas deben retornar físicamente de acuerdo con sus funciones y actividades, las instalaciones deberán garantizar un equilibrio entre la salud, la seguridad y la productividad.
Priorizar el bienestar de los colaboradores, lo cual no implica únicamente temas sanitarios, sino el acompañamiento de instalaciones adecuadas, con sistemas de trabajo por objetivos y estabilidad sicológica.
Revitalizar la estructura de objetivos y resultados esperados, haciendo que los espacios seguros de trabajo faciliten el cumplimiento de protocolos por el bienestar común y que fomenten colaboradores analíticos trabajando por compromiso, no por presentismo laboral.

Ya en 2017, la International Facility Management Association de España mencionó: “Las empresas buscan un conjunto de espacios adaptados a la tarea de las personas, lo que se traduce en zonas abiertas, horizontales, sin despachos, que favorecen la comunicación entre compañeros y suponen un ahorro de metros cuadrados y costes. La eliminación de muros ya es un hecho.” Ahora más que nunca, las empresas replantearán sus nóminas y dinámicas para promover un retorno a oficinas paulatino y espaciado, además de priorizar el trabajo remoto a través del uso de nuevas tecnologías. Esta tendencia va en aumento en todos los países, España es ejemplo de ello, pasando de un 4,8% de profesionales en trabajo remoto en 2019, a una proyección del 34% en mayo del 2020, según un artículo publicado por El País Económico. “Directores y gerentes podrían recurrir a este método de trabajo en un 100%, mientras que el 60% de técnicos y profesionales científicos e intelectuales trabajarían remotamente, en cuanto a servicios de mercado, banca y seguros el 45%, servicios inmobiliarios y empresariales un 41,5%”.

Dato contundente para un país como España en el cual, el sector industrial está claramente siendo desplazado por los servicios, que son el motor de nuestra economía. Si en una primera instancia estos profesionales podrían trabajar desde su casa de manera reactiva a la pandemia, el siguiente paso será rearticular las funciones empresariales con objetivos concretos de gestión y la deslocalización de una situación física. Poder gestionar en otros países donde el rendimiento de sus ingresos se pueda optimizar y con oportunidades crecientes en nuevos mercados, no aplica sólo para empresas, sino fundamentalmente para personas, nuevos profesionales que se convertirán en “Knowmads del Conocimiento” (nómadas digitales), podrán vivir de una manera más libre, favoreciendo la conciliación familiar, mejorando la libertad financiera y logrando sus metas personales.

Más allá de la coyuntura de la pandemia, esta nueva ola de profesionales que se está incorporando al mercado laboral es una realidad latente que provocará una revolución en la concepción de espacios de trabajo, con nuevas necesidades, nueva cultura tecnológica, nueva forma de relacionamiento y de movilidad. “Estas generaciones, de jóvenes menores de 30 años, conocidas como millenials suponen hoy en día el 25% de la plantilla de una organización. Una cifra cuya previsión de crecimiento nos permite a apuntar a que seguirá aumentando hasta alcanzar el 75% en 2025”.

Desde el punto de vista de la empresa, implementar estas nuevas formas de gestión significa un ahorro de gastos en los espacios físicos de oficina, los pasivos tecnológicos serán menores y las estructuras más flexibles, favoreciendo la productividad versus el gasto. Se hace imprescindible la digitalización y la formación de gestores de proyectos, con olfato, capacidad de análisis, habilidades sociales y alta responsabilidad, habilidades para las que nuestros sistemas educativos no nos han preparado, volviéndose necesaria la autoeducación.

Ahora prima el gestor de proyectos a los accionistas, la confianza a la presión, y la gestión inteligente por objetivos al cumplimiento de horarios. Si bien este proceso nos puede suponer un período de incertidumbre, los resultados a mediano plazo serán increíblemente favorables tanto para empleadores como para personas, bajo nuestra experiencia como KnowmadCity, apostar a este nivel de vida presenta en los primeros años dificultades totalmente solucionables cuando los objetivos empresariales son claros, el principal reto está en tecnificar procesos y la selección de trabajadores comprometidos, permitiéndonos en cuestión de meses la capacidad de gestionar equipos en varios continentes, con diversidad de franjas horarias y una digitalización casi absoluta de actividades. Un cambio positivo radical tras el cual, una empresa jamás vuelve a ser la misma.

Estos procesos no se pueden llevar a cabo de forma improvisada y sin planificación previa, las principales preguntas son: ¿qué actividades de la empresa se pueden deslocalizar?, ¿cuál será el equipo de colaboradores clave para la coordinación y consecución de resultados?, ¿qué cambios tecnológicos permite la liquidez de mi empresa y como priorizaré las acciones?, y la más importante que generalmente es también la más difícil: ¿estoy preparado para dirigir a un equipo sin controlar sus tiempos y sólo por cumplimiento de objetivos?.

APOCALIPSIS, viene del griego “Apocçalupsis” que significa “revelación” o “quitar el velo”. Vivimos un momento histórico en el que la vida demanda de nosotros perseverancia, pero sobre todo ingenio y compromiso con el futuro. El cambio habitacional que ideamos para nuestros espacios no sólo representa la oportunidad de garantizar seguridad para el trabajo presencial, sino un cambio de mentalidad donde las empresas comienzan a ser conscientes de conceptos como el ahorro energético que puede suponer contar con unas instalaciones adecuadas, lo cual se traduce en ahorros de al menos un 25% en gastos en suministro energético. La innovación, no sólo pasa por un diseño más moderno y ecléctico, sino por fomentar medidas que mejoren nuestra manera de consumir y la huella ambiental que tanto compañías como personas dejaremos a nuestros hijos.

Los trabajadores son más la empresa que una junta de accionistas, es más importante la inteligencia de gestión que las oficinas físicas y, más importante un gestor de equipo analítico, que un CEO. “La oficina pasa de ser un contenedor de puestos de trabajo, a un espacio con capacidad de articular una red de creatividad y de sinergias”.